domingo, 9 de diciembre de 2012

Erección de la Parroquia Personal Indígena Ntra. Sra. de Guadalupe, en Sucumbíos

 P. Julio Caldeira, imc

Este día 9 de diciembre de 2012 se quedará marcado en la mente y en el corazón de muchas personas en Sucumbíos – Ecuador, pues después de muchas turbulencias y temores, la vida pastoral se demuestra viva con la inauguración de la Parroquia Personal Indígena Ntra. Sra. de Guadalupe.
El día comenzó con la acogida de los participantes provenientes de cinco cantones (municipios) de la provincia de Sucumbíos (Putumayo, Cuyabeno, Shushufindi, Lago Agrio, Cascales y Gonzalo Pizarro). En seguida hubo una procesión con la imagen de la Virgen de Guadalupe y la celebración eucarística de inauguración de la parroquia personal, con elementos inculturados de los varios pueblos presentes en Sucumbíos.

Pero algunos pueden preguntar: ¿qué es una parroquia personal? Respondiendo a eso, el Código de Derecho Canónico, en el canon 518, dice: “… donde convenga, se constituirán parroquias personales en razón del rito, de la lengua o de la nacionalidad de los fieles de un territorio”. El decreto de erección firmando por Mons. Paolo Mietto, Administrador Apostólico del Vicariato de Sucumbíos, con fecha de 8 de diciembre de 2012, dice “que existen en el territorio del Vicariato numerosas poblaciones de diferentes etnias, especialmente kichwas. Y que es recomendable que existan misioneros/as que se dediquen específicamente a la pastoral indígena (…), constituimos la Parroquia Personal Nuestra Señora de Guadalupe”.
Teniendo en cuenta esto, la parroquia está conformada por alrededor de 85 comunidades indígenas de las nacionalidades kichwas, shuaras y cofanes, presentes en la provincia de Sucumbíos. La actividad pastoral, como  hace ya varias décadas (desde el tiempo de los padres carmelitas descalzos) se llevada a cabo por os Servidores  Catequistas  del Vicariato  junto con los Equipos de Pastoral Indígena, identificados por la sigla EPI: EPI San José (Hnas. Lauritas), EPI Abya Yala (Colegio Intercultural Bilingüe – Hnos. Maristas y Hnas. Carmelitas del Sagrado Corazón), EPI Ríos (Misioneros de la Consolata), EPI Migrantes (misionera Isabel Asimbaña) y EPI Centro (coordinación de la pastoral indígena y Hna. Magdalena Blaser). Para llevar adelante este trabajo, en los próximos años la coordinación será llevada adelante por los Misioneros de la Consolata.
Las actividades del día siguieron con un hermoso momento cultural, con danzas típicas de las varias nacionalidades y se clausuró con un almuerzo comunitario.
Nosotros hoy, como  hace ya tanto años Juan Diego,  seguimos experimentamos  el amor y el cariño materno de nuestra Mamita la Virgen de Guadalupe y su predilección por los sencillos de corazón. Ella nos invita a poner todo nuestro corazón, nuestra mente, nuestras comunidades, nuestra Madre Tierra en sintonía con el Espíritu de su  Amado Hijo, Jesús para que  la Nueva Tierra  se vaya haciendo más visible.  Juntos/as caminamos para tener una Iglesia inculturada con rostro, corazón y pensamiento indígena.
Nuestra Señora de Guadalupe, Madre y Consuelo de los Pueblos Indígenas, ¡ruega por nosotros!



PROPUESTA DE ERECCION DE UNA PARROQUIA PERSONAL (INDIGENA) EN EL VICARIATO SAN MIGUEL DE SUCUMBIOS

Por: Equipos de Pastoral Indígena

PROPUESTA

Erigir  una parroquia Personal conformada por todas las comunas de las nacionalidades Cofanes, Shuar y Kichwas, que por varios años han sido y siguen siendo acompañadas pastoralmente por los diferentes equipos Misioneros  (Epi Km 20; Abya Yala; Epi Centro; Epi- Ríos; Epi-Migrantes)  del Vicariato San Miguel de Sucumbíos
Se propone que quien tenga el servicio de coordinador general de la Pastoral Indígena (quien es al mismo tiempo el Vicario de Pastoral Indígena)  sea el Párroco de dicha parroquia Personal.
Las comunidades seguirán siendo acompañadas en las diferentes zonas por los Equipos de misioneros (presbiterios, religiosas/as y laicos)
Se propone que la parroquia lleve el Nombre de NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE


LAS COMUNIDADES QUE CONFORMARIAN LA PERSONAL NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE PARROQUIA

NACIONALIDAD KICHWA

Comuna Cantón Equipo que acompaña

Antisuyu Cascales Epi Km 20
Chunchu loma Cascales Epi Km 20
Chuscuyacu Gonzalo Pizarro Epi Km 20
Dashino Gonzalo Pizarro Epi Km 20
Panduyacu Gonzalo Pizarro Epi Km 20
Waira Urku Gonzalo Pizarro Epi Km 20
Shiwakucha Gonzalo Pizarro Epi Km 20
Papayu Cascales Epi Km 20
Shayari Cascales Epi Km 20
Curiyacu Cascales Epi Km 20
Jesús del Gran Poder Cascales Epi Km 20
Los Shyris Cascales Epi Km 20
San Francisco Cascales Epi Km 20
Pachakutik Cascales Epi Km 20
Pastaza Cascales Epi Km 20
San José de Aguarico Cascales Epi Km 20
Kashayaku Cascales Epi Km 20
Dumbiki Cascales Epi Km 20
Allishunku Cascalaes Epi Km 20
Puma- kucha Lago Agrio Epi Km 20
Mushu Kawsai Cascales Epi Km 20

Tres Fronteras Putumayo Epi-Ríos
Mushukallari Putumayo Epi-Ríos
Bajo Rodríguez Putumayo Epi Ríos
Puerto Rodríguez Putumayo Epi Ríos
Buen Samaritano Putumayo Epi Ríos
Nuevo Sinaí Putumayo Epi Ríos
Sandiyaku Putumayo Epi Ríos
Papaya Chica Putumayo Epi Ríos
Aguas Blancas Putumayo Epi Ríos
Nueva Montepa Putumayo Epi Ríos
Riera Putumayo Epi Ríos
Silvayaku Putumayo Epi Ríos
Tace Putumayo Epi Ríos
Lorochachi
Sectores 1-3 Putumayo Epi Ríos
Espíritu Noteno Putumayo Epi Ríos
Singue Putumayo Epi Ríos
Sinchi Runa Putumayo Epi Ríos
Tigre Playa Putumayo Epi Ríos
Santa Rosa Putumayo Epi Ríos
Yanamarum Putumayo Epi Ríos
Los Chiparos Putumayo Epi Ríos
San José de Wisuya Putumayo Epi Ríos

14 Kichwa Lago agrio Epi centro
Guacamayu Santa Cecilia Epi centro
Kuchapamba Santa Cecilia Epi centro
Playa de Oro Lago agrio Epi centro
5 de Agosto Jambeli Epi centro
Pacococha Jambelí       Epi Centro
RumiUrku Lago agrio Epi centro

SinchiUrku Lago Agrio Epi centro
Jandiayaku Lago Agrio Epi centro
Yurak Sisa Lago Agrio Epi centro
Sarayaku Lago Agrio Epi centro
Domingo Dagua Lago Agrio Epi centro
Puyupungu Lago Agrio Epi centro
Akiwari Lago Agrio Epi Centro
Ashir Lago Agrio Epi Centro
Allipamba Shushufindi Epi centro
Secoya-Eno Shushufindi Epi centro
Rio Pusino Lago Agrio Epi centro
San Lorenzo Lago Agrio Epi centro
Ñucanchillacta Lago Agrio Epi centro
Yana Allpa Cuyabeno Epi Centro
Playas del Cuyabeno Cuyabeno Epi Centro
Puka Peña Cuyabeno Epi Centro
Valle Hermoso Shushufindi Epi Centro


NACIONALIDAD SHUAR


Charap Cuyabeno Epi centro
Charip Lago Agrio Epi Km 20
Etsa Cascales Epi Km 20
Rayo (Sharup) Cascales Epi Km 20
Santa Carolina Cascales Epi Km 20
San Antonio Cascales Epi Km 20
Taikiua Cuyabeno Epi centro
Taruka Cascales Epi Kmt 20
Yamaran Ñankais Lago Agrio Epi Km 20
Iwia Cuyabeno Epi Km 20

NACIONALIDAD COFAN
Betano Lago Agrio Epi Centro
Bavoroé Lago Agrio Epi centro
Alto Bermejo Cascales Epi centro
Chandia Na’en Cascales Epi centro
Doreno Lago Agrio Epi centro
Dovuno Cascales Epi centro
PisorieCanqque Lago Agrio Epi centro
Sinangoe Gonzalo Pizarro Epi centro
Tayosu Canqque Cascales Epi centro
Totoa Naiqui Lago Agrio Epi centro
Zábalo Cuyabeno Epi centro

INTERCULTURAL
Nuevos Hermanos Lago Agrio                    Epi Migrantes


JUSTIFICACION

2.1 EL DERECHO CANÓNICO
CAPÍTULO VI
DE LAS PARROQUIAS, DE LOS PARROCOS Y DE LOS VICARIOS PARROQUIALES

515 § 1     La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo
estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio.
 § 2.    Corresponde exclusivamente al Obispo diocesano erigir, suprimir o cambiar las parroquias, pero no las erija, suprima o cambie notablemente sin haber oído al consejo presbiteral.
 § 3. La parroquia legítimamente erigida tiene personalidad jurídica en virtud del derecho mismo.
518 Como regla general, la parroquia ha de ser territorial, es decir, ha de comprender a todos los fieles de un territorio determinado; pero, donde convenga, se constituirán parroquias personales en razón del rito, de la lengua o de la nacionalidad de los fieles de un territorio, o incluso por otra determinada razón.


LA REALIDAD

LAS NACIONALIDADES INDÍGENAS DE SUCUMBIOS Y CON LAS CUALES TRABAJA LA PASTORAL INDIGENA DEL VICARIATO: Cofán, Shuar, Kichwa

Para entender este contexto de manera objetiva e integral, se presenta una pequeña descripción socio cultural de cada una de las cinco nacionalidades que habitan en la Provincia y que de una u otra forma están involucradas en el trabajo que adelanta la Iglesia de ISAMIS.

Sucumbíos es una de las provincias de mayor riqueza étnica y pluricultural del país en ella, habitan cinco nacionalidades indígenas: tres de ellas Secoya, Siona y Cofán, nativas de esta región y dos nacionalidades provenientes de otras zonas de la Amazonía ecuatoriana, los Shuar de Morona Santiago, Pastaza y los Kichwas del Napo (Tena) y Pastaza especialmente.

A continuación se hace una descripción de las nacionalidades con las cuales el Vicariato  tiene un compromiso evangelizador.
1. NACIONALIDAD COFAN

Originarios de estas tierras, viven en ocho comunas y su población no supera los 600 habitantes. Han tenido contactos con los blanco mestizos desde los años de la colonia Española cuando eran alrededor de 15.000. Gran parte de ellos son evangélicos educados por el ILV (Instituto Lingüístico de Verano).

Se ubican en los ríos Aguarico y San Miguel en la Provincia de Sucumbíos. Sus lugares de ubicación son: Cantón Gonzalo Pizarro, se encuentra Sinangüe. En el cantón Cascales están las comunas Dovuno y Chandía Na´en. En el cantón Lago Agrio se localizan las comunas Pisorie Canqque, Bavoraé y Aguas Blancas y en Cuyabeno se encuentra la comuna Zabalo

Idioma: A'ingae, que tiene influencia de las familias Tucano Occidental y Chibcha. Se autodenominan como A'I (gente del agua)

COSMOVISIÓN: A Dios se le llama Chiga y fue el que hizo todo en un tiempo primero. Se formó una isla, luego la vegetación, los animales… (Leer mitología)


2.  NACIONALIDAD SHUAR

Los Shuaras constituyen el pueblo mayoritario en la Amazonía Ecuatoriana y viven al sur en las provincias de Zamora Chinchipe y Morona Santiago, en la frontera con el Perú. De este pueblo han emigrado hasta la Provincia de Sucumbíos un buen grupo de familias que se encuentran asentadas  en los Cantones Cascales, Shushufindi y Cuyabeno.

En el Cantón Cascales están los centros: Taruka, Sharup, Betano, San Antonio, Etsa, estos dos últimos se encuentran a las orillas del río Bermeja.

En el Cantón Lago Agrio se encuentran: Charip, Carolina y Betano.

En el Cantón  Shushufindi, se ubican en la comuna Yamanunka, aquí se encuentran los centros Yamaram Suku, Wamputsar, Kukush, Shariant, Tsanimp, 8 de Septiembre, Itaya; todos ellos cercanos a las vías a Limoncocha y Palmeras.

En  el cantón Cuyabeno se encuentran: Charap y Taikua en las riberas del río Aguarico.

Idioma: Shuar chicam, perteneciente a la Familia Lingüística Jíbaro.

En Sucumbíos los Shuar se han organizado en Centros y Asociaciones. En algunas ocasiones toman decisiones de manera conjunta con la Federación Shuar de Sucúa o de manera independiente.

COSMOVISIÓN: se cree que las plantas, los animales y el hombre están dotados de espíritus que pueden ser del sexo masculino o femenino, todo lo que existe en la naturaleza tiene vida.

Según los Shuar, hay tres mundos:
El universo, que se identifica con lo masculino donde vive Etsa que representa la sabiduría y el conocimiento;
La superficie de la tierra; que conjuga lo masculino con lo femenino (equidad de género), donde habitan los tsunki, dioses de las aguas, los ríos y los mares. Es el prototipo de la sabiduría del mundo oculto. El shamanismo viene de ahí.
El subsuelo: que representa lo femenino, aquí habita Nunkui, la diosa de la sabiduría y la fertilidad.

3. NACIONALIDAD KICHWA

Provienen de las Provincias de Napo y  Pastaza. Viven en unas cincuenta comunas a lo largo del Río Aguarico y otros ríos de toda la Provincia. Otro grupo perteneciente a la Provincia se ubican en las riberas del Río San Miguel y  Putumayo. Fueron traídos todos del Río Napo para trabajar en semiesclavitud para los patronos del caucho o de las haciendas. El total de la población indígena de esta etnia representa un 12% de la población total. La mayoría de la población la constituyen campesinos – colonos mestizos venidos de casi todas las Provincias del Ecuador. Son por lo mismo, la etnia más numerosa de nuestra Provincia.
3.1 Idioma: es el Runa Shimi o lengua de la gente; presenta diferencias dialectales, con características propias y diferentes del Kichwa serrano del cual es posiblemente originario.
Entre las variedades dialectales más importantes se encuentran las siguientes: en Napo, el dialecto del Bobonaza que se habla a lo largo de los ríos Bobonaza y Puyo. El dialecto Tena, que se habla en Tena, Arajuno, Ahuano y que tiene mayor relación con el Kichwa serrano. El dialecto Limoncocha, hablado por quienes se asientan bajando los ríos Napo y Suno.

A pesar de los continuos intentos de asimilación y desestructuración de su cultura desde tiempos coloniales hasta el presente, los Runas Amazónicos, lejos de asimilarse o extinguirse, se han mantenido. Por el contrario, el proceso de kichuización se extendió por otros espacios de la región amazónica, maduró la conciencia de la necesidad de luchar por la reafirmación y revitalización de su identidad y su cultura, abriendo un proceso de etnogénesis que los ha llevado a reivindicar su derecho a auto reconocerse como Nacionalidad Kichwa.

Los actuales Kichwas de Sucumbíos son provenientes del San Miguel y el bajo Aguarico. La segunda fuente de la presencia de los Kichwas está relacionada con los runas de Napo y Pastaza.

El dialecto de Putumayo llega hasta el Perú, en tanto que el dialecto Napo-pastaza se circunscribe a las zonas de Lago, Shushufindi y el Aguarico Superior.

A finales de la década del setenta (1978), se crea la Jatun Comuna Aguarico que posteriormente se cambia el nombre a FOISE y finalmente toma el nombre de FONAKISE.

COSMOVISIÓN: para ellos según su cosmología existen tres espacios: el Janán; lo espiritual; el Kay Pacha; la naturaleza en la que se vive y se encuentra el hombre y el Uku Pacha, lo de adentro.

SITUACIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE SUCUMBÍOS

Los indígenas viven una situación problemática que todos atraviesan. Por un lado, participan de los problemas de todo el país en vías de desarrollo, tales como:

Falta de servicios básicos: agua, luz, vialidad, letrinización, salud, etc.
Graves deficiencias en educación y salud.
Narcotráfico, violencia, militarización por vivir en zona de frontera con Colombia.
Contaminación y degradación ecológica causada fundamentalmente por las compañías petroleras, madereras palmicultoras.
La comercialización se encuentra en manos de intermediarios y explotadores.

A estos problemas se añaden otros de tipo propio citados a continuación.

Son minorías, a acepción de los quichuas, que tienden a ser absorbidas.
Escaso interés por la valoración, la defensa y el rescate por la cultura, de su modo de vida y sus costumbres en un ambiente donde en absoluto son valorados.
Continúa situación económica de crisis, fluctuando entre la economía de subsistencia tradicional (cacería, pesca, recolección y pequeños cultivos) y la economía de mercado que se va imponiendo en el medio.
El Problema Cultural

La situación cultural de los Pueblos Indígenas depende directamente del contexto económico, social y político de la Provincia de Sucumbíos. En su mayoría, los indígenas viven en una situación, de relación de desigualdad frente a una Sociedad Nacional que se impone por las actividades petroleras y mineras, la colonización de campesinos provenientes de la sierra y costeños y la omnipresencia militar.
La Capacidad de Responder

Este desafío depende de la historia de cada cultura. Los Kichwas del oriente, en contacto con el mundo “blanco” desde hace más de cuatro siglos, han podido desarrollar mecanismos de defensa tradicionales, mientras que los Cofanes, al igual que los sionas y secoyas, en contacto esporádico con los “blancos”,  hasta hace no muchos años, se encuentran en serias dificultades: pérdida del territorio, asimilación con los Kichwas, con los colonos… los shuaras, por su parte, se encuentran en un proceso de asentamiento en la zona, adaptándose ya sea al medio campesino o indígena.

Esta asimilación forzada a la sociedad nacional, a un sistema socioeconómico ajeno al medio amazónico, a una cultura uniformada, es un rechazo categórico a todo lo que no es semejante a lo “ideal” presentado por el mundo “blanco”; es un rechazo del otro que se manifiesta en el desprecio de los indígenas por parte de los blancos mestizos y, desgraciadamente, por parte de los indígenas mismos. Esta segregación cultural y racial, reflejada hasta hace poco en la obligación de una Educación Hispana para todos, sin distinción cultural ni lingüística.

Resulta que hoy el indígena, sobre todo el joven, está perdiendo los valores, sus idiomas, sus instituciones, sus maneras de conocer, entender y manejar el mundo, tanto concreto como espiritual: el saber medicinal, la agricultura respetuosa con el medio, artesanías, mitología, cosmovisión,… para adaptarse al mundo de los blancos donde muchas veces se encuentra frustrado.

Derechos de los Pueblos Indígenas

En este sentido, uno de los mecanismos a utilizar para garantizar la pervivencia de los pueblos indígenas son los Derechos. Para el caso ecuatoriano estos Derechos están inmersos en la Constitución Nacional, los mismos que responden a las exigencias de la Organización Internacional del Trabajo OIT, a través del Convenio 169, convocada en Ginebra por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo, y congregada en dicha ciudad el 7 de junio de 1989, en su septuagésima sexta reunión;

En la cual se recuerda en términos de la Declaración Universal de Derechos Humanos, del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y de los numerosos instrumentos internacionales sobre la prevención de la discriminación.

Dentro de los aspectos que más se han venido trabajando dentro de la actual Constitución son:

Respeto a la cultura, la religión, organización social y económica y la identidad propia, esto podría permitir la pervivencia de los pueblos indígenas y tribales.

Participación en los procesos de elaboración y puesta en práctica de medidas susceptibles de afectarles directamente.

Para que se de lo anterior, el Estado ecuatoriano ha hecho énfasis en los artículos 6 y 7 promulgados por la OIT.

Teniendo en cuenta los medidas recomendadas a nivel internacional los Derechos que se deben tener en cuenta son especialmente los Derechos Colectivos ya que son ellos los que han gran medida van a salvaguardar una mejor forma de vida de las nacionalidades indígenas, entre ellos están:
Derecho sobre la tierra y sobre el territorio.
Derecho sobre los recursos naturales.
Derecho sobre la Biodiversidad.
Derecho a la consulta previa.
Derecho a la organización comunitaria y al manejo de conflictos.
Derecho a la participación.
Derecho a la Cultura, a los conocimientos y a la propiedad intelectual.
Derecho a la educación.
Derecho a las actividades productivas.


LA PRACTICA PASTORAL DEL VICARIATO DESDE HACE VARIOS AÑOS

La Unidad Pastoral Indígena

La Iglesia de San Miguel de Sucumbíos funciona en base a un organigrama pastoral en el que se establecen cuatro pastorales específicas: Campesina, Indígena, Urbana y Negra. Cada una de ellas desarrolla sus actividades propias, desde su propio Consejo de Pastoral.. La coordinación general de la Iglesia se hace desde el Consejo Diocesano de Pastoral que preside el Obispo y en él, tienen representación cada una de las cuatro pastorales.
La Pastoral Indígena específica, pretende colaborar con los indígenas para enfrentar su vida de una manera integral y para ello viene funcionando en la Iglesia de Sucumbíos, desde finales de la década de los 70. Desde siempre se ha pretendido la participación del mismo pueblo indígena en la marcha y funcionamiento de esta pastoral, por lo que se ha ido capacitando en aspectos catequéticos, organizativos, productivos y culturales a algunos de sus líderes.
Hasta hace poco esta pastoral giraba exclusivamente en torno al trabajo que realizaban los misioneros divididos en dos o tres equipos de trabajo. En agosto de 1994, en la VII Asamblea Conjunta de Pastoral de la Iglesia se vio la necesidad de establecer un esquema organizativo donde tuvieran cabida los mismos indígenas a través de algunos espacios de coordinación:
ORGANIZACIÓN INTERNA PASTORAL INDÍGENA
Consejo de la Pastoral Indígena. Lo forman dos misioneros y ocho catequistas (dos representantes por cada zona y/o etnia). Existen dos zonas bien diferenciadas geográficamente: La Zona del Río Aguarico y la Zona de los Ríos San Miguel y Putumayo.
COSIKUA. Coordinación de los Servidores de la Iglesia Kichwa del Aguarico. Agrupa a los servidores de la Zona del Aguarico.
COPIR. Coordinación de la Pastoral Indígena de los Ríos. Responde a la Zona de los Ríos San Miguel y Putumayo.
SISHIS. Servidores Indígenas Shuar de ISAMIS.
Con respecto a los servidores Cofanes no siempre ha sido fácil este  proceso de formación y está a la espera de una organización más viva dentro del camino  de la Iglesia local.
Los sionas y los secoyas, en su mayoría, son evangélicos y sólo participan en ámbitos de Organización, Tierras, Educación, Salud, Desarrollo Económico, Derechos Humanos y situaciones de coyuntura.
Las tres organizaciones anteriores constituyen el SICNIE  o SERVIDORES DE LA IGLESIA CATOLICA DE LAS NACIONALIDADES INDIGENAS (Sucumbíos) que se reúnen al comienzo, a la mitad y al final de cada año pastoral para reflexionar, programar y evaluar, respectivamente, junto a los equipos misioneros de las zonas. El SICNIE está inserto dentro del camino de la pastoral Indígena del Ecuador, por tanto la Directiva del Sicnie Sucumbíos participa en los encuentros zonales y nacionales, coordinados por el departamento de Culturas de la Conferencia episcopal Ecuatoriana.
Comisiones Existentes:
Educación y Jóvenes,
Organización y Tierras,
Economía Solidaria,
Salud,
Mujeres,
Formación y Vida de las Comunidades.
Dentro de la Pastoral Indígena adquiere especial importancia el tema del “Rescate” de la cultura y el apoyo a la defensa de la pluriculturalidad.
Un instrumento privilegiado para llevar a cabo esta tarea es el Centro Cultural de Investigaciones Indígenas" P. Ramón López”.

LOS PUEBLOS INDIGENAS EN EL DOCUMENTO DE APARECIDA

LECTURA DE LA REALIDAD  DE LOS PUEBLOS INDIGENAS

El Documento de Aparecida nos ofrece antes que todo una visión de  la realidad de los Pueblos indígenas en la sociedad y en la Iglesia.
Vale la pena recordar que normalmente son presentados en conjunto con los Pueblos afroamericanos y  también con otros actores sociales, como los campesinos, las mujeres, los movimientos sociales, que comparten la misma situación de marginación, y al mismo tiempo el mismo sueño y compromiso de cambio de la situación (A 75)
También se reconoce que los Pueblos indígenas se ubican en el contexto de un Continente multi-étnico y pluri-cultural, donde coexisten culturas indígenas, afroamericanas, campesinas, urbanas y sub-urbanas (A 56), en condiciones desiguales con la llamada cultura globalizada (A 88).

En la presentación de la realidad, en la que se mezclan aspectos positivos y aspectos problemáticos, el Documento toma en consideración muchas dimensiones de esta realidad, que caracterizan la situación de los Pueblos indígenas:

- la dimensión histórica: se recuerda que “los indígenas constituyen la población más antigua del Continente, y están en la raíz primera de la identidad latinoamericana y caribeña” (A 88) y que “el Evangelio llegó a nuestras tierras en medio de un dramático e desigual encuentro de pueblos y culturas” (A 4)

- la dimensión étnica y cultural, en el contexto de la riqueza  y diversidad cultural de los pueblos de América latina y el Caribe: se afirma que “los indígenas son sobre todo, “otros”, diferentes que exigen respeto y reconocimiento. La sociedad tiende a menospreciarlos, desconociendo su diferencia.” (A 89), y “no siempre han encontrado espacios y apoyo para expresar la riqueza de su  cultura y  la sabiduría de su identidad” (A 554);  se recuerda que ya en Santo Domingo los obispos reconocieron que los Pueblos indígenas “son poseedores de innumerables riquezas culturales, que están en la base de nuestra identidad actual” (Mensaje de la IV Conferencia a los Pueblos de América y el Caribe, 38) (A 92) y se afirma que “estas culturas (indígenas) son dinámicas y están en interacción permanente entre sí y con las diferentes propuestas culturales” (A 57)

- la dimensión ético-espiritual: se recuerda que “ya en Santo Domingo los pastores reconocíamos que ‘los pueblos indígenas  cultivan valores humanos de gran significación’ (SD 245) (A 92). “Entre ellos podemos señalar: apertura a la acción de Dios por los frutos de la tierra, el carácter sagrado de la vida humana, la valoración de la familia, el sentido de la solidaridad y la corresponsabilidad en el trabajo común, la importancia de lo cultual, la creencia en una vida ultraterrena” (SD 17) (A 93), y se añade: “De ellos (los Pueblos indígenas) valoramos su profundo aprecio por la vida comunitaria, presente en toda la creación, en la existencia cotidiana y en la milenaria experiencia religiosa, que dinamiza sus culturas” (A 529), y se “valora especialmente a los indígenas por su respeto a la naturaleza y el amor a la madre tierra como fuente de alimento, casa común y altar del compartir humano” (A 472).  Finalmente se nota que “la culturas indígenas se caracterizan, sobre todo, por su apego profundo a la tierra y por la vida comunitaria, y por una cierta búsqueda de Dios” (A 56), y que “estas culturas coexisten en condiciones desiguales con la llamada cultura globalizada. Ellas exigen reconocimiento y ofrecen valores que  constituyen una respuesta a los antivalores de la cultura que se impone a través de medios de comunicación de masas: comunitarismo, valoración de la familia, apertura a la trascendencia y solidaridad” (A 57)

- la dimensión social de marginación, exclusión, pobreza y sufrimiento, actualmente consecuencia de la realidad de la globalización sin solidaridad: se subraya que “su situación social está marcada por la exclusión de la pobreza” (A 89), que “en muchas ocasiones no son tratados con dignidad e igualdad de condiciones. Una globalización sin solidaridad afecta negativamente a los sectores más pobres. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y opresión, sino de algo nuevo: la exclusión social. Con ella queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está abajo, en la periferia y sin poder, sino que se está afuera. Los excluidos no son solamente “explotados” sino “sobrantes” y “desechables”   (A 65 y  cf. A 402) y que “hoy los Pueblos indígenas están amenazados en su existencia física, cultural y espiritual; en sus modos de vida; en sus identidades; en su diversidad; en sus territorios y proyectos. Algunas comunidades indígenas se encuentran fuera de sus tierras porque éstas han sido invadidas o degradadas, o no tienen tierra suficiente para desarrollar sus culturas. Sufren graves ataques a su identidad y supervivencia, pues la globalización económica y cultural pone en peligro su propia existencia como pueblos diferentes.  Su progresiva transformación cultural provoca la rápida desaparición de algunas lenguas y culturas.  La migración, forzada por la pobreza, está influyendo profundamente en el cambio de costumbres, de relaciones e incluso de religión” (A 90)
Una palabra especial dedica el Documento a las mujeres indígenas: “Urge escuchar el clamor de las mujeres, tantas veces silenciado, de mujeres que son sometidas a muchas formas de exclusión y de violencia en todas sus formas y en todas las etapas de sus vidas.  Entre ellas, las mujeres pobres, indígenas y afroamericanas, han sufrido una doble marginación” (A 454), y también a la situación de las comunidades indígenas que sufren las consecuencias de una mala política agraria: “La devastación de los bosques y de la biodiversidad mediante una actitud depredatoria y egoísta, involucra la responsabilidad  moral de quienes la promueven, porque pone en peligro la vida de millones de personas y en especial el hábitat de campesinos e indígenas, quienes son expulsados hacia las tierras de ladera y las grandes ciudades para vivir hacinados en los cinturones de miserias” (A 473)

- la dimensión política que se expresa en el nuevo protagonismo de los Pueblos indígenas en conjunto con otros sectores: se recuerda que “los indígenas y los afroamericanos emergen ahora en la sociedad y la Iglesia y reclaman el reconocimiento pleno de sus derechos individuales y colectivos; ser tomados en cuenta en la catolicidad con su cosmovisión, sus valores y sus identidades particulares” (A 91); se valora “el protagonismo que van adquiriendo sectores que fueron desplazados: mujeres, indígenas, afroamericanos, campesinos y habitantes de las áreas marginales de las grandes ciudades” (A 128), y se reconoce que “con la presencia protagónica  de la Sociedad Civil y la irrupción de nuevos actores sociales, como son los indígenas, los afroamericanos, las mujeres, los profesionales, una extendida clase media y los sectores marginados organizados, se está fortaleciendo la democracia participativa, y se están creando mayores espacios de participación política. Estos grupos están tomando conciencia del poder que tienen entre manos y de la posibilidad  de generar cambios importantes para el logro de políticas públicas más justas, que reviertan su situación de exclusión” (A 75)
- la dimensión eclesial: se alaba al Seños “porque ha hecho de este Continente un espacio de comunión y comunicación de pueblos y culturas indígenas” (A 128); se nota que “los indígenas emergen ahora en la Iglesia”  y “reclaman ser tomados en cuenta en la catolicidad con su cosmovisión, sus valores y sus identidades particulares” (A 91) y se recuerda que “la Iglesia acompaña a los indígenas en sus luchas por sus legítimos derechos” (A 89), que “valora especialmente a los indígenas por su respeto a la naturaleza y el amor a la madre tierra como fuente de alimento, casa común y altar del compartir humano” (A 472) y que “ya en Santo Domingo los pastores reconocíamos que ‘los pueblos indígenas cultivan valores humanos de gran significación’ (SD 245), valores que ‘la Iglesia defiende…ante la fuerza arrolladora de las estructuras de pecado manifiestas en la sociedad moderna’ (SD 243); “son poseedoras de innumerables riquezas culturales, que están en la base de nuestra identidad actual” (Mensaje de la IV Conferencia a los Pueblos de América Latina y el Caribe, 38) ; y, desde la perspectiva de la fe, “estos valores y convicciones son fruto de ‘las semillas del Verbo’, que estaban ya presentes y obraban en sus antepasados” (SD 245 (A 92). Entre ellos podemos señalar: apertura la acción de Dios por los frutos de la tierra, el carácter sagrado de la vida humana, la valoración de la familia, el sentido de solidaridad y corresponsabilidad en el trabajo común, la importancia de lo cultual, la creencia en una vida ultra terrena. (SD 17). Actualmente, el pueblo ha enriquecido estos valores ampliamente con la evangelización, y los ha desarrollado en múltiples formas de auténtica religiosidad popular” (A 93), se nota también que “se han hecho algunos esfuerzos por inculturar la liturgia en los pueblos indígenas” (A 99b), y finalmente se afirma que “la Iglesia estará atenta antes los intentos de desarraigar la fe católica de las comunidades indígenas, con lo cual se las dejaría en situación de indefensión y confusión ante los embates de las ideologías y de algunos grupos alienantes, lo que atentaría contra el bien de las mismas comunidades” (A 531)

REFLEXION TEOLOGICA SOBRE LA REALIDAD INDIGENA
El Documento de Aparecida, después de haber mirado la realidad de los Pueblos indígenas en todas sus dimensiones en la sociedad y en la Iglesia, con sus luces y sombras, vuelve a mirarla a la luz de la fe para descubrir en ella la presencia del Espíritu de Dios y de su acción salvadora:

1. Momento de gracia
La Conferencia reconoce como un “momento de gracia”, la oportunidad de un nuevo Pentecostés,  la emergencia  y el protagonismo de los Pueblos indígenas, y en general de los grupos sociales hasta ahora marginados:
“Los indígenas  emergen ahora en la sociedad y la Iglesia.
Este es un Kairós para profundizar el encuentro de la Iglesia con estos sectores humanos que reclaman  el reconocimiento pleno de sus derechos individuales y colectivos, ser tomados en cuenta en la catolicidad con su cosmovisión, sus valores y sus identidades particulares, para vivir un nuevo Pentecostés eclesial” (A 91)
“Agradecemos el protagonismo que van adquiriendo sectores que fueron desplazados: mujeres, indígenas, afroamericanos, campesinos y habitantes de áreas marginales de las grandes ciudades” (A 128)

2. Semillas del Verbo
La  Conferencia descubre y reconoce  la presencia de “semillas del Verbo”  en los valores culturales de los Pueblos indígenas, la presencia del Espíritu de Dios ya antes de la evangelización.
“Ya en Santo Domingo, los pastores reconocíamos que “los pueblos indígenas cultivan valores humanos de gran significación” (SD 245), valores que “la Iglesia defiende …ante la fuerza arrolladora de las estructuras de pecado manifiestas en la sociedad moderna” (SD 243);  “son poseedores de innumerables  riquezas culturales , que están  en la base de nuestra identidad actual” (Mensaje de la IV Conferencia a los Pueblos de América Latina y el Caribe, 38); y, desde la perspectiva de la fe, “estos valores y convicciones son fruto de ‘las semillas del Verbo’, que estaban ya presentes y obraban en sus antepasados” (SD 245) (A 92)
 “Como discípulos de Jesucristo, encarnado en la vida de todos los pueblos    descubrimos y reconocemos desde la fe “semillas del Verbo” (SD 245) presentes en las tradiciones y culturas de los pueblos indígenas de América latina.
De ellos valoramos su profundo aprecio comunitario por la vida, presente en toda la creación, en la existencia cotidiana y en la milenaria experiencia religiosa, que dinamiza sus culturas, la que llega a la plenitud en la revelación del verdadero rostro de Dios por Jesucristo.” (SD 529)
“Entre ellos (valores) podemos señalar: apertura a la acción de Dios por los frutos de la tierra, el carácter sagrado de la vida humana, la valoración d la familia, el sentido de solidaridad y la corresponsabilidad en el trabajo común, la importancia de lo cultual, la creencia en la vida eterna (SD 17): Actualmente, el pueblo ha enriquecido estos valores ampliamente por la evangelización, y los ha desarrollado  en múltiples formas de auténtica religiosidad” (A 93)

3. Cultura alternativa
La Conferencia reconoce que las culturas indígenas, junto con las culturas afroamericanas, mestizas, campesinas, urbanas y suburbanas, las culturas de los pobres, proponen un modelo de vida alternativo a la cultura globalizada y valores, más cercanos  al espíritu del Evangelio.
“Estas culturas coexisten en condiciones desiguales con la llamada cultura globalizada. Ellas exigen reconocimiento y ofrecen valores que constituyen una respuesta a los antivalores de la cultura que se impone a través de los medios de comunicación de masa: comunitarismo, valoración de la familia, apertura a la trascendencia y solidaridad” (A 57)

ORIENTACIONES PASTORALES
La relectura de la realidad, con sus luces y sus sombras, a la luz de la fe, lleva a unas opciones pastorales:
1. acompañamiento de los Pueblos indígenas en su camino histórico
“La Iglesia  acompaña a los indígenas en las luchas por sus legítimos derechos” (A 89)
“Como discípulos y misioneros al servicio de la vida, acompañamos a los pueblos indígenas y originarios en el fortalecimiento de sus identidades y organizaciones propias, la defensa del territorio, una educación intercultural bilingüe y la defensa de sus derechos. Nos comprometemos también a crear conciencia acerca de la realidad indígena y sus valores, a través de los medios de comunicación social y otros espacios de opinión. A partir de los principios del Evangelio, apoyamos la denuncia de actitudes contrarias a la vida plena en nuestros pueblos originarios, y nos comprometemos a proseguir la obra de evangelización de los indígenas, así como a procurar los aprendizajes educativos y laborales con las transformaciones culturales que ello implica” (A 530)

“Urge escuchar el clamor, tantas veces silenciado, de las mujeres indígenas…”(A 454)
“(En el contexto de la opción por los pobres o excluidos, entre ellos, los indígenas) La Iglesia, con su Pastoral Social, debe dar acogida y acompañar a estas personas excluidas en los ámbitos que correspondan” (A 402). “En esta tarea y con creatividad pastoral, se deben diseñar acciones concretas que tengan incidencia en los Estados para la aprobación de políticas sociales y económicas que atiendan las varias necesidades de la población y que conduzcan hacia un desarrollo sostenible” (A 403)

2. evangelización inculturada e inserción de los indígenas en la vida eclesial
“Como Iglesia, que asume la causa de los pobres, alentamos la participación de los indígenas en la vida eclesial.
Vemos con esperanza el proceso de inculturación discernido a la luz del Magisterio.
Es prioritario  hacer traducciones católicas de la Biblia  y de los textos litúrgicos a sus idiomas.
Se necesita, igualmente, promover más las vocaciones y los ministerios ordenados  procedentes de estas culturas. (A 94)
“Nuestro servicio pastoral a la vida plena de los pueblos indígenas  exige anunciar a Jesucristo y la Buena Nueva del Reino de Dios, denunciar las situaciones de pecado, las estructuras de muerte y las injusticias internas y externas, fomentar el diálogo intercultural, interreligioso y ecuménico.
Jesucristo es la plenitud de la revelación para todos los pueblos y el centro fundamental de referencia para discernir los valores y las deficiencias de todas las culturas, incluidas las indígenas. Por ello, el mayor tesoro que les podemos ofrecer es que lleguen al encuentro  con Jesucristo resucitado, nuestro Salvador.
Los indígenas que ya han recibido el Evangelio están llamados, como discípulos y misioneros de Jesucristo, a vivir con inmenso gozo su realidad cristiana, a dar razón de su fe en medio de sus comunidades y a colaborar activamente para que ningún pueblo indígena de América Latina reniegue de su fe cristiana, sino que, por lo contrario, sientan que en Cristo encuentran el sentido pleno de su existencia” (A 95)
 “La Iglesia estará atenta ante los intentos de desarraigar la fe católica de las
comunidades indígenas, con lo cual se las dejaría en situación de indefensión y confusión ante los embates de las ideologías y de algunos grupos alienantes, lo que atentaría contra el bien de las mismas comunidades (A. 53l).
 (En los seminarios y casas de formación) “los jóvenes provenientes de familias
pobres o de grupos indígenas requieren una formación inculturada, deben recibir la adecuada formación teológica y espiritual para su futuro ministerio, sin que ello les haga perder sus raíces y, de esta forma, puedan ser evangelizadores cercanos a sus pueblos y culturas” (cf. EAm. 40; RM 54; PDV 32) (A  325)


Objetivo de la pastoral Indígena del Departamento de la Conferencia episcopal ecuatoriana


OBJETIVO GENERAL DE LA PASTORAL INDÍGENA EN ECUADOR
 (Departamento de Pastoral Indígena de la CEE)

Vivir el Evangelio con los pueblos Indígenas, desde su cosmovivencia y valores propios para hacer presente el Reino de Dios – Sumak Kaway- en la realidad intercultural

OBJETIVO GENERAL DE LA IGLESIA INDÍGENA EN ECUADOR
(Departamento de Pastoral Indígena de la CEE)

Fortalecer la inculturación del Evangelio en los pueblos Indígenas, a partir de las semillas del Verbo y sus experiencias de Dios, para anunciar y hacer presente su Reino desde la Iglesia Católica Indígena con rostro corazón y pensamiento propios y con sus agentes, ministerios, teología, teología y liturgia